viernes, 3 de julio de 2009


hoy me desperté ruidosa, gruñona... con la sangre agolpada en las manos
la mañana fué como de costumbre con el frío azotando mis dormidas neuronas...
tratando de sobrevivir un día más, caminando por la avenida
tratando de matar tiempo y cubrir mi irresponsabilidad
me sentia como en el bizarro escenario de las putas
vagando, tratando de encontrar algo que nos haga sentir mejor...
estoy algo torpe y no puedo hilar las palabras, por lo que tampoco me tomo el tiempo de intentarlo.
grupos mirandome y susurrando en oidos necios...
inmorales literarios, escondidos en la máscara que alaba belleza,
mirandonos con recelo como si se traficara sangre,
de pronto me vi a mi misma, en estas maldecidas calles
atestados mal echores, relucientes esquinas de orina fresca en la que reflejo mi asco
quiero escapar, que el tiempo corra, que el tiempo vuele
verme envuelta en tardes azules, saladas y de ventisca marina fresca
con el mar en la pupila y tus manos en mi espalda
porque siempre, siempre sueño, y no quiero verme disfrazada de conformidad...
y recuerdo lo que tanto añoraba a los 15 años... pasos cortos, y me veo transformada en normalidad, en normalidad extenuante... apunto de lograr todos mis euforicos propositos
pero por sobre todo... viviendo como desde niña soñé... feliz con poco... alimentando sonrisas con lo que se lleva dentro, encontrando sentidos inigualables para un suspiro
amando el relleno de un sueño, respirando el triunfo...
a lo largo de estos meses, los cenizeros colmados de colillas insaciables para mi apetito de humo
a lo largo de estos días he sentido frio, tristeza, alegria, pero por sobre todo plenitud
hacerme mujer en sábanas heladas, junto a la ventana que evapora la monotonía y el aburrimiento... amar descalza y sin dudas, con peleas efímeras pero no destructivas...
adorar como se es y no como se presenta tu aspecto,
inflada de satisfaccion por quien no critica mi inpresentable cabello, o las mariposas que habitan mi mente... levantarme por la mañana, y recivir tan solo abrazos, respirando la innata tranquilidad.





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