domingo, 1 de marzo de 2009

...


hay algo en las calas, en el naranjo envuelto en flor...
algo que no vendimia de la luz lunar...
y me autoreceto mil brebajes para la soledad, tristeza, frustración y olvido...

si son los malditos prejuicios los que hoy me ciegan el bendito
antibiótico en contra de la depreción, jodanse!! que encontraré mi propia salida.

pero las calas... siempre en su perfecto blanco, en su inmiscuida sustancia floral...
la vida pesa tanto cuando la llenas de recuerdos imposibles de revivir...
respirar es tan agotador cuando ya no encuentras el sentido para continuar
inhalando-exhalando...

cuando tantas noches he bebido de mil copas rotas
y reflejando rostros distorcionados en el fondo de cada una de ellas...
ahogando cada noche una nueva destrucción en el licor...
evaporando una nueva ilusión, bailando en una botella...
cada madrugada un nuevo brazo para estrenar... con los torniquetes a roce intrépido
con las lagrimas a corriente viva por mis mejillas... dejando las huellas del maquillaje desgastado en amargura... en impotencia, al no saber como decir, como gritar que ya no doy más
y que tan solo deceo mi amada soledad...

y a la vez maldita seas soledad! ... cuántas veces he dicho que te amo!
(tantas veces como cuantas otras he querido ver la realidad...)
y luego quieren alejarme de ti... pero no ven que yo sobrevivo por ti
tu secreto en mi corazón... tan bien guardado
pero cuantas veces me he hecho esto a mi misma...

tantas noches gritando un nombre grabado a fuego... y yo que tan solo deceo agua
luego es la impotencia al no saber como gritar que yo tan solo quiero olvidar...

no me digas que estoy desconectada... jamás podrán entenderme, jamás podrán entrar en mi mundo blanco... un invierno de árboles frágiles.

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